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Raúl Medina: «Esto cada vez va a ser más fuerte e intenso»

Fecha:11/11/2010


«Habrá que acostumbrarse a temporales con más frecuencia y con más fuerza». Esta advertencia no es nueva. Lo viene diciendo desde hace tiempo y lo repite ahora, con las embestidas de la tempestad del martes aún frescas. El catedrático y director del Grupo de Ingeniería Oceanográfica y de Costas de la Universidad de Cantabria (UC), Raúl Medina, trata de quitar dramatismo, pero no por ello evita transmitir a la gente que estos fenómenos van a ir en progresión y que el mejor remedio es entenderlos y poner los medios para minimizar sus efectos.
El duro temporal que ha azotado estos días las costas del Cantábrico no es un hecho excepcional. Ni aislado. Es una expresión más, un componente de un ciclo que se repite y del que, según Medina, vamos a ir teniendo cada vez más noticias. Una serie, además, al que pone nombre: la oscilación del Atlántico Norte.

«Conocemos los periodos naturales, el invierno y el verano, y ese otro tipo de ciclos, como 'El Niño' y 'la Niña' en el Pacífico. Pues aquí sufrimos lo que denominamos Oscilación del Atlántico Norte», explica Medina, «que se repite del orden de entre ocho y diez años». De tal manera que en esa serie entran cuatro o cinco años malos y otros tantos más buenos. Y estamos, al parecer, en la mala. «Llevamos los últimos cuatro años sufriendo consecuencias y efectos que no pasaban desde 2002, con olas, por ejemplo que baten récords. Y eso se nota en los daños que causan los temporales en la costa». Con los datos que dispone y maneja el grupo que coordina Medina, esas marcas las vienen registrando las boyas de la Red Vigía, del IEO, de Puertos del Estado. «Y lo notan también las playas», incide Medina, «de lo que se quejan algunas como las de Salinas, San Lorenzo en Gijón, La Concha donostiarra o El Sardinero».
El catedrático de la UC señala que llevamos varios años de temporales muy «enérgicos» y que cuando lo son en invierno más arena retiran de las playa. Y más tiempo tarda en reaparecer esa arena en verano. Una situación que será cada vez más recurrente.
«Ahora estamos así, pero luego vendrán cinco años buenos y nos olvidaremos. Ahora, además, llueve más y nadie se acuerda de la sequía que tuvimos no hace mucho», algo que conviene no perder de vista pues el director del Grupo de Ingeniería Oceanográfica y de Costas advierte que dentro de tres o cuatro años «tendremos la fase contraria. No habrá temporales ni olas tan grandes, gozaremos de buen tiempo... y hablaremos de la sequía».

Fuente: El Diario Montañés (http://bit.ly/bC3kCW)