La gran inestabilidad provocada por el rápido paso de una profunda borrasca por el Cantábrico propició intensas precipitaciones y fuertes rachas de viento, fenómenos meteorológicos que en Cantabria dejaron puntas de hasta 125 kilómetros por hora o registros de 26 litros de agua por metro cuadrado en diferentes puntos de la región. En la mar, con fuerte marejada y áreas de mar gruesa, las olas llegaron a superar los seis metros. Hoy ya está desactivada la alerta, y las lluvias remitirán por la tarde.

Cantabria estuvo ayer bajo el aviso de alerta amarilla por viento y agua hasta las doce del mediodía y que seguía vigente desde el domingo. La mayor intensidad registrada durante la pasada madrugada en toda la región se dio en Santander, donde las estaciones de Aemet midieron puntas de hasta 125 kilómetros por hora; fue a la 1.43 de ayer con viento de dirección Oeste. En San Vicente de la Barquera (Oeste) y en Parayas (Suroeste) el viento dejó rachas de 98 kilómetros por hora. No obstante, el aeropuerto funcionó con normalidad y no hubo retrasos ni cancelaciones.

En cuanto a precipitaciones, las más intensas se dieron en Parayas, donde Aemet recogió 26 litros. En San Vicente y Santander los registros fueron de 15,3 y 13,8 litros por metro cuadrado, respectivamente, resultando muy inferiores las precipitaciones caídas en el resto de la región (2,8 litros por metro cuadrado en Reinosa, por ejemplo).

Todos esos registros fueron inferiores, en cualquier caso, a los que se midieron durante el domingo: una racha máxima de viento de 132 kilómetros por hora o 28,2 litros de agua por metro cuadrado, medidos, en ambos casos, en Reinosa. En el resto de Cantabria, el domingo la incidencia fue menor pues las rachas de viento no pasaron de 77 kilómetros (Santander) y las precipitaciones no pasaron de los seis litros (Polientes).

Fuente: El Diario Montañés (http://bit.ly/9F0R6Q)