El laboratorio «flotante» de Malaspina, en referencia al buque Hespérides de la Armada, que zarpó ayer desde Cádiz para dar la vuelta al mundo e investigar los mares y el cambio climático, es un ejemplo de «cooperación para lo mejor» entre científicos y militares, según la ministra de Defensa, Carme Chacón. La ministra de Defensa junto con la de Ciencia e Investigación, Cristina Garmendia, destacaron ayer en un acto con los medios de comunicación, la «colaboración» científico-militar de la misión Malaspina 2010, que ha partido rumbo a Río de Janeiro (Brasil), a bordo del Hespérides, en un proyecto de circunnavegación que rememora la expedición de Alejandro Malaspina en el siglo XVIII, en la que se enrolaron también en Cádiz los mejores científicos de la época. La ruta del Hespérides incluye 176 estaciones científicas y su planificación ha supuesto dos años de trabajos, según explicó el capitán de fragata Juan Antonio Aguilar.

A la despedida de la expedición Malaspina 2010, que es la mayor en la historia oceanográfica en España, y que cuenta con el apoyo de la Fundación BBVA, acudieron además de las ministras de Ciencia y Defensa el presidente del CSIC, Rafael Rodrigo, y el Almirante General jefe del Estado Mayor de la Armada, Manuel Rebollo, entre otras autoridades políticas, militares y científicas. Todos ellos insistieron en el valor de esta misión por su carácter global, integrador y multidisciplinar, en la que militares y científicos se dan la mano para aportar lo mejor para la ciencia española.

En una rueda de prensa conjunta de las autoridades, minutos antes de que zarpara el barco Hespérides de la Armada Española una vez obtenido el permiso pertinente de las ministras para ello, la titular de Ciencia e Innovación criticaron la actitud «derrotista» y «demoledora» de algunos, en cuanto a su visión sesgada del estado de la ciencia en España, sustentada en «tópicos» que no se corresponden con la realidad.

Fuente: El Diario Montañés (http://bit.ly/hS0wlA)