La oscilación térmica que se ha registrado en Cantabria ha sido de tal calibre que en menos de veinticuatro horas los termómetros han dado un salto en muchos casos superior a los diez grados. Del tórrido viernes, con máximas de 32,4 grados en puntos como Torrelavega, pasamos a un fresco sábado (máximas de 15 grados) y llegamos a un domingo en que el registro aún puede ser de un par de grados menos.

Ayer, curiosamente, las temperaturas máximas se dieron de madrugada en prácticamente todas las localidades de la región, especialmente de la zona centro y litoral. Durante el resto del día las máximas diurnas en toda Cantabria apenas pasaron de los 14 grados, salvo en Torrelavega, donde a las doce del mediodía aún marcaban 18 grados. De modo que del bañador del viernes pasamos a la prenda de abrigo bajo un cielo entoldado que acabó dejando caer agua en algunos puntos.

La situación anticiclónica y de masa de aire cálido sobre Cantabria se mantuvo hasta entrada la madrugada de ayer. Pero la irrupción del frente frío se notó en cuestión de horas. Como muestra, algunos botones: en Santander, donde a las dos de la madrugada aún se registraban 23,3 grados, dos horas después el termómetro caía hasta los 14,4º; en Torrelavega, de los 25,6º se pasó a los 17,5º; en Casar de Periedo había 25,5º y a las seis de la mañana solo 11,1º; en Reinosa, de los 14,5º a las cuatro de la madrugada a los 6,5º de las ocho de la mañana. De forma paralela a esas caídas de temperaturas la humedad pasaba del 25% a más del 80% .

Fuente: El Diario Montañés (http://bit.ly/fHHrpq)